viernes, 12 de enero de 2024

La obligación es mi prisión!!


Ana, Ana, Ana, tengo mil ideas en mi cabeza, sensaciones, estoy emocionada, triste, revuelta, quiero hacer mil cosas. El tema empeine, 2 semanas más de férula, odio y resignación. Cómo es posible pasar de ver un horizonte negro a ésta entrega de mi futuro,  que no llega más allá de pensar en el futuro concreto de mañana sábado. Me alarma, preocupa y por otro lado siento que no siento ni me importa nada.

Con respecto al viaje de vacaciones al norte, ya no iré, es obvio no está en mi destino. No sé si es un tema de no poder alcanzar el sueño de librarme de M o qué. Sí sé que nunca debí enganchar en algo tan abc1, pequé al querer vivir una vida que no me corresponde. A pesar del dinero perdido, siento alivio de no ir, era todo demasiado fantasioso. Lo que no significa que no sienta un pesar hondo, al que seguramente evado pensar/sentir, porque no lograré mi sueño de pasar hartos días muuuuuy lejos de M.

Obligación es mi prisión y ya no aceptaré mas esa situación en mi vida. M quiere hacer su máster para y por su bien, fantástico, pero no a costa de mi tiempo, mi vida y mi libertad. No le daré mi tiempo,  mi vida y mi libertad, a nada, ni a nadie. Eso está decidido. 

En abril, para mi cumple, lo celebraré conmigo y el eclipse de sol. Necesito/quiero, estar sola, caminar por donde sea y quiera y comer rico, celebrarme/agasajarme.
Quiero vivir, quiero de vuelta mi libertad y la voy a recuperar. No voy a vivir mucho tiempo, pero lo que quede quiero disfrutarlo. Lo merezco, es mi vida, mis decisiones.

Ansío como Jane Eyre y Anne de Green Gable, salir, irme, volar, desaparecer y encontrar otros espacios. Sé que la imaginación y la lectura, pueden llevarme a todas partes, pero también quiero conocer con mis ojos, caminando/recorriendo.
Lo que sea que ocurra no me juzguen, ni me señalen con el dedo, soy una mujer pletórica en energía por vivir. 

domingo, 6 de agosto de 2023

¡¡¡¡ H ¡¡¡¡¡

 


Amiguito de mi corazón y de la vida, 

En este nuevo aniversario, te recuerdo. Bueno, estás siempre presente, no necesitamos simplemente hoy y mañana, nosotros somos y estamos todos los días de la vida.

Aquí una demostración de cómo el vínculo se ha mantenido firme. Creo que siempre lo digo, porque sigue sucediendo, tu H, RJ, R, A - R y yo, somos la muestra más fiel, sincera, que uno puede mantenerse juntos, sin estarlo físicamente. Desde diversos ámbitos, espacios, mundos, funcionando, viviendo, desarrollándonos, pero el centro, el universo, la amistad más linda y más sincera, esa está intacta, firme.


Es nuestro centro. Así como en esta foto/dibujo, tu con tu H inmensa y hermosa, eres el centro de lo infinito, de la amistad, del vínculo maravilloso.

Simbolizas a la CA, nuestros colores rojo y amarillo. Aquí con gaviotas, con el ocho, 8, infinito de nuestro todo, las hojas, las estrellas y sobre todo las fugaces. Somos CRA.

Amiguito de mi corazón y de la vida, ya no sé cuántos años cumplimos, perdí la cuenta y mientras lo escribo y pensé cuando lo escribía, recuerdo exacto el día, los dos días, porque en realidad lo nuestro fue en 6 y 7, ahí nos conocimos, el siete consolidamos nuestra amistad y el resto, es la historia que desde esos dos días hemos sumado. Que si necesitas exactitudes suman a lo menos 37 años. Un número, con edad, que supera a la que los dos teníamos cuando todo sucedió. Una edad, un número, una emoción, un verano, tu y yo, que supera la edad que ambos, todos, los CRA, tenemos actualmente. Pero, el tiempo en nosotros da lo mismo, porque seguimos juntos. Los amo, te amo, los recuerdo, los llevo conmigo siempre, son mis mejores y únicos amigos. Te amo, te recuerdo, te llevo conmigo siempre, eres uno de mis mejores amigos.

Feliz día para nosotros todos los de CRA, hoy y mañana.

miércoles, 25 de enero de 2023

Memoria para mi abuelo Titin !!!


Comencé este 2023 leyendo este antiguo y amado libro, que escribiera el doctor, salubrista y broncopulmonar, Héctor Orrego Puelma, mi abuelo Titin.

Fue hermoso adentrarme en su mundo de joven, soñador, entusiasta, estudiante de medicina de la Chile y durante toda su vida un gran, gran, médico.
Mi abuelo perteneció a la generación, donde el hospital Exequiel González Cortés, todavía era un doctor/profesor, que le trasmitió importantes saberes, al igual que al naturalista Dr. Johow. Fue compañero de clase de la hoy calle Herná Ariztía, entre tantos otros.

Pero lo más lindo y que mantuvo mi corazón apretado mientras le leía, fue su entrega total de llevar la medicina a los más desposeídos, llevar la especialidad broncopulmonar a las poblaciones y salvar a chicos y grandes, de la tuberculosis primero, de neumonía y pulmonía después. Trabajar y ser el director del Hospital de San José, en San José de Maipo. Convirtiéndose en el primer recinto hospitalario, que recibía, por largas temporadas, a enfermos del pulmón. Intentó rearmarlo a imagen y semejanza al del "la montaña mágica ", de Thomas Mann. Después, muchos años después, dirigiendo el Hospital Salvador y gracias, por desgracia, al fallecimiento de su madre, logra construir desde el 23 de agosto de 1954, el Hospital del Tórax, del cual fue su director por largos años. Lugar que hasta hoy sigue funcionando y es reconocido a nivel latinoamericano, como el mejor en su especialidad.

Mi abuelo Titin, fue uno de esos hombres excepcionales, aunque lo diga su nieta, pero lo fue y si no hubiese sido porque hace 50 años sufrimos un golpe militar horrendo, el doctor Orrego Puelma, podría tener una calle, un hospital, una sala a su nombre, pero el facherio lo encontró muy cercano a Allende (muy honrado en serlo) y entonces chiton, silenciemos su nombre y su trayectoria.
Pero para eso existe la memoria, la mía, la de este libro y el homenaje que un discípulo le hiciera hace algunos años, en el Tórax, donde colocaron una placa recordatoria, ubicada en el área verde, bajo un árbol a pasos de la entrada principal.

Por eso y muchas historias personales, familiares, me animé y fue hermoso/poético, leerlo y volver a sentirlo a mi lado ❤🐓🎶🐞❤️ !!

jueves, 29 de diciembre de 2022

A mi querida Suky.

 


Mi querida Suky,
Te escribo hoy jueves 29 de diciembre, cuatro días después de tu sorpresiva partida ¿cómo explicarte lo que dejó tu ausencia? Eras más poderosa en presencia de lo que jamás podrías haberte imaginado. La casa se siente con un peso de ausencia, todo el tiempo tu recuerdo regresa hasta mi, en las noches cuando me quedo sola en la pieza y miro el equipal frente a mi cama, el mismo lugar donde últimamente estabas durmiendo, donde pasabas las Atarde refrescantes, donde mismo te subí aquella madrugada y donde finalmente partiste. Miro el equipal en las noches, cada mañana. Anoche de hecho, sentí varias veces tus pasitos entrando a la pieza desde el patio.

Ojalá que perdones todas las brusquesas y frialdades tontas que tantas veces tuve para ti, mientras tu, como todas las personas, seres, generosos que la vida ha puesto cerca, eras pura generosidad, ganas de ser querida, acariciada. Extraño nuestras noches de invierno, otoño, primavera, cuando nos abrazábamos. Te extraño tanto Suky querida.

Tengo kilos de sentimientos de culpa, pero no quiero ahondar en ellos, no quiero quedarme con ellos, porque no logran ocupar el espacio de vació que has dejado. Quiero llenarme de recuerdos a por los días lindos que sí tuvimos. Como cuando me acompañaste a dormir en la galería cuando vino Antonio, tu en el equipal grande, yo en el suelo en mi cama de acampe. Mi compañera siempre. Creo que di demasiado por hecho que estarías por siempre jamás, nunca pensé que algo así podría suceder, que fueras tu la que partiera primero. Pequé como humana y no me sirve de consuelo, pensando que eras mujer y por tanto, más fuerte que Tope y que por eso, a todas las adversidades lograrías derribar. Lo hiciste, aguantaste los días que salíamos y te quedabas afuera en el patio, con agua, comida, pero afuera mientras el bien más preciado permanecía dentro. A veces pasaste calor, otras en que nos demoramos en volver, frío y siempre entrabas corriendo ni bien uno te abría e ibas al baño o simplemente a quedarte ahí, sin chistar, sin poner mala cara, sin quejarte.

Mi querida Suky, extraño tu presencia en la casa, en el patio, miro las plantas que aplastabas con tu cuerpito y saber que ya no ocurrirá le quita magia al lugar, que persona insaciable estarás pensando, no queda tranquila cuando no las piso, no se queda tranquila cuando las piso. No, no es así, lo que pasa es que como soy humana dígase un error  en dos patas, ahora que no estás valoro el hecho que esas plantas, ese patio, fueran usados vividos, disfrutados por alguien. Ese mismo alguien a quien tanto regañaba porque me estaba pisando las plantas. Ay mi Suky cómo me gustaría poder volver el tiempo atrás, pero pensando y sintiendo esto que te estoy diciendo.

Espero que algún día más pronto que temprano, aparezcas en un sueño y me perdones por todo lo mala, fría, dura que fui contigo, espero también que sepas que pese a todo, pese a la persona pesada que fui, te quería, te cuidaba, te cuide todo el tiempo, pensaba en ti y en tus comidas y remedios cuando el Tope ocupaba toda nuestra atención. Siempre me preocupe de tu comida, de tus remedios, de ti, de que estuvieras en el patio con agua, con comida. Perdóname por haber sido como fui, ojalá algún día realmente puedas hacerlo. Espero yo también no recordar las cosas malas y concentrarme en los momentos lindos que vivimos juntas, en las noches, las tardes juntas en mi pieza, en las fotos que te tomé, gracias a ellas ahora puedo hacerte este collage. También junté todas las fotos que de ti tenía, son pocas, pero están y las guardaré atesoraré por siempre. Te quiero y extraño Suky, Susu, Sukita, Susuquita, Susanita !!!

martes, 5 de abril de 2022

Al idéntico a ti, que vive en mi interior!!!


Eres tú sin serlo, a veces sin estarlo / 

dejas el aire revuelto de ensoñaciones yendo y volviendo. / 

Tu, revoloteando a mi alrededor, al que le hablo, con quién recorro calles y árboles. / 

Mi, tu, al que acaricio y beso./ 

Tu, mi, que me acurruca para dormir. /

Mí/tú, prendados en el corazón, / 

Yo/tu, el volumen de mi amor. 

Desazones y congojas.


No negaré que me causa mucha tristeza, congoja, esos momentos en los que vuelvo a constatar cómo personas que fueron cercanas, que se decían amigos, deliberadamente intentan invisibilizar mi paso por sus vidas. No sé si será un comentario egocéntrico o no, pero es lo que siento. 

Me conformo pensando que así les sucedió a mis padres, que tanto hicieron por tantas personas y que llegado el momento de las devoluciones, honores, homenajes, otres cargaron las estrellas de las acciones realizadas, dejando afuera a mis padres. Como también la familia de mi madre, ella incluida, fueron siempre tan distantes de contar sobre sus vidas, que se supiera lo que hicieron, evitando así homenajes, distinciones.

Como hija de ambos, tengo un poco el deseo de notoriedad que heredé de mi padre, no es malo, no daño a nadie con ello y sin embargo, aunque lo fuera da lo mismo porque siempre están esas personas como puestas en mi camino, de forma sorpresiva, que teniendo poder hacen de todo para sacarme de la historia que están contando. Y del lado materno, intento parecerme a elles y contentarme con esa idea que final de cuentas entre menos brillas, entre menos se hable de ti, entre menos parezca que quedas en la memoria, serán otres quienes de vez en cuando te saquen a colación.

Lo que no quita la congoja, la cual es directamente proporcional al dolor que me causa constatar la cantidad de personas que pasaron por mi vida y que en su ausencia fui sabiendo que en verdad, no me quisieron.

Doloroso es saber que mientras más haces, mientras más diste, mientras más quisiste a otres, elles, no tienen intención alguna de devolver el sentimiento. Siento como si me odiaran, les molestara mi presencia, quien soy, lo que digo, como hablo y en esas acciones de invisibilizar lo manifiestan, negando mi existencia, me da pena, me duele pensarlo y sentirlo, sobre todo saber que se repite tantas veces.

Toda esa desazón, tristeza, despiertan una y otra vez, las ganas de terminar con todo...

martes, 27 de julio de 2021

Carlita querida!!!


Puedo decir que durante todo este séptimo mes, que compartes con mi mamá, he estado pensando mucho en ti. Sobre todo en este tiempo, año y tanto, que llevamos en pandemia, pensaba en cómo sería tu existencia encerrada ¿estarías pintando? También fue triste cuando supimos que el Garibaldi se cerraría, es como si tu historia entrelazada con nosotros, estuviera yéndose contigo..... Pero no, porque nos queda la memoria, para ejercitarla y rememorar tus cuadros y tu en ellos.

Tanto el Garibaldi, como otros espacios por donde pasaste, están impregnados de tu buen gusto, de tus detalles, tus pinturas. Me hubiera gustado comprarte el San Sebastián que tanto me gustaba, tengo el que generosamente me regalaste cuando me fui de México en 1998, lo puse cerca de la cabecera de mi cama, cerquita mío para llevarte a los sueños y traerte de vuelta hasta aquí, tantas veces la tristeza/nostalgia, lo requiera.

No sé si alcancé a decirte que mucho de lo buenísimo que tiene México, lo conocí a través tuyo, del Garibaldi muchos platillos deliciosos y contigo, juntas en el DF, todos esos sitios por los que paseamos, las idas al cine, a la Plaza Loreto, que no existía en mis tiempos. Aquella tarde inolvidable en Xochimilco, las dos recostadas en la chalupa mientras el señor del remo nos guiaba, fueron realmente momentos muy lindos que pasamos juntas y que no olvidaré jamás, no solo porque tengo memoria sino porque atesoro fotos de esos días. De la navidad que pasamos juntas y tu pavo asado que te quedó delicioso, como de ese año nuevo. Como los paseos todos los domingos a Coyoacán, al Sambors de Coyoacán, pasar a comerse su elote, su paleta, el agua de horchata, los tacos. Conocer a La José. Puras cosas buenas a tu lado mi querida Carlita, que las tendré siempre presente y sacaré a pasear cuando te sueñe como el otro día o cuando recuerde tus cuadros o cuando coma algo mexicano.

Cariños Carlita querida, siempre presente en este triste día, como también en el de tu cumple, siempre, siempre

lunes, 19 de octubre de 2020

Felicidades Blaquita querida!!!


Querida mamita mía de mi,

Aquí estoy recordando tu día, que aunque no lo celebremos, será hasta que  no exista memoria para rememorarlo. De hecho, desde el año pasado que no podemos ir a visitarte, visitarlos, primero fue por el ayer estallido hoy rebelión social y después por la pandemía. Se extraña sin lugar a dudas, estar ahí con ustedes, sentada alrededor suyo, limpiar y adornar la lápida y rememorar, recordar, añorar, días con sus meses y años vividos juntos.

Durante largos meses estuve pensando mucho en nuestra vida, nuestra vida de los cinco o más bien de los cuatro, tu, mi papá, la Manu y yo. Y más todavía en mi vida contigo y mi papá. En cómo sufrí de chica al enterarme de la muerte y que ella, algún día, me dejaría sin ustedes. Esa sensación de vació y desolación me produjo pedirle tantas, tantísimas veces Dios particular, que no dejara que ustedes se fueran antes que yo, que no me dejara sin ustedes. Recordé promesas y juramentos realizados a lo largo de mi niñez y adolescencia, con el objetivo de que nosotros tres permaneciéramos juntos por siempre jamás...y si bien lo conseguí, en el sentido que me quedé junto a ustedes hasta que cada uno partió, los surcos que nuestra vida tomó nos condujeron por sinuosidades tan diversas, oscuras, tristes, en las que hice, dije y maldije tantas veces como no he parado de arrepentirme de cada una de ellas. No tanto por las intensiones, sino porque siento que traicioné mis petitorios infantiles y adolescentes. Entonces pensé se alojó en mi cabeza la idea que mucho de la vida no tan feliz y colorida que algún día soñé sentir y que no se mantuvo así, se debía a lo malo que hice, de los grises oscuros que vivimos.


Con esos pensamientos nada gratos pasé muchos meses de esta cuarentena virulosa, en esa mi característica tan personal de azotarme y recibir castigo por mi culpa, no para limpiarla, sino que con suerte intentar volver a ser mejor persona. 
Hasta hace unas noches atrás en que una luz reveladora y angelical, decidió compadecerse de mi y arrojar un cúmulo de ideas para reflexionar. Insisto no para buscar el perdón, no para limpiar mis pecados, sino más bien intentando acomodando o repartiendo la responsabilidad a cada uno de los involucrados. De alguna manera, sin reprochar y menos ahora que no están presentes para conversar el tema, pero de alguna manera los tres dejamos de hacer muchas cosas en pos de nuestra vida en familia y en vez, dejamos que los grises marengos se apoderaran de la forma de transitar como familia. 

En esos errores cada quien agarró lo que mejor pudo o le acomodó para seguir adelante, sin ver quizás la oportunidad única e irrepetible que nos daban, el mantenernos todos estos años viviendo bajo el mismo techo. Siento que con mi papá no lo logré madurar lo suficiente como para acercarme a él, mirarlo con los ojos de hija y continuar juzgándolo y castigándolo por  todos sus errores, como él tampoco logró abrirse conmigo y admitir que me quería como hija suya que era sino que además, reconocer que quizás muchas de nuestras desavenencias se debían a que éramos idénticos. Ese vació estará siempre conmigo, como las ganas de haber conversado y reflexionado juntos, además de que él me entregara miles de conocimientos para entender un poquito el mundo que aún piso. 

Contigo mamita, espero haber hecho una gotita más que con mi padre, que esos cinco años que vivimos sin mi papá no hayan sido en vano. Aunque no tuvieras las energías físicas y pulmonares para ir al cine como tanto soñamos ¿te acuerdas? Al menos puede decirse que tuvimos nuestra luna de miel, en cada uno de esos momentos al desayuno, en las tardes viendo tus series de Tv. Lo que no quita obviamente, que sienta que hubo mucho que no hice por ti y para ti.

Por momentos pensé y sentí que tendría que haberme dado más, que mi falta estaba en no entender que en esta vida había venido para estar con ustedes y ser al 100% de ustedes. A veces siento que sí fue así, en otros pienso que quizás es un tanto azotado absurdo pensarlo así, que es un poco malsano, más allá que no tocó la opción de tener hijos, un mundo aparte, porque la verdad nunca dejé de esperarlo. 

Hablo en pasado porque la vida me ha demostrado que no llegará nada de eso y de cierta manera, llene esas ausencias con fantasías, mi mundo interior, uno que otro amigo, muchas fantasías, un cumulo indestructible de mi mundo interior y uno que otra amiga. Quizás sea justamente la certeza que todo esto no llegó lo que me hizo sentir, tambalear en pensamiento y razón, pese a ello puedo decir que a estas alturas de mis 51 años, construí y adapté la existencia a lo que tengo.


Pero quería contarte todo esto mamita, que supieras que no me arrepiento de ninguno de los tiempos con sus años, que vivimos juntas, que de hecho le agradezco a la vida la posibilidad de haberlos tenido, aunque sé que quedé corta y que les, te debo, les quedé al debe en mucho más, como así también ustedes, tu y mi papá, quedaron al debe conmigo en la entrega de herramientas que no nos cultivaron y que tuvimos que salir al mundo a encontrarlas sin saber que las buscábamos para reconocerlas y de ahí en más aprender a usarlas. Pese a eso y basándonos en aquello que nadie sabe ser papá o mamá, quiero que sepas "Abuelita de batman", que fui muy feliz a tu lado, agradezco a la vida tu compañía y todos los conocimientos que sí me diste, muchos de los cuales ahora que no estás, rememoro y practico.

Te quiero y te extraño sin lugar a dudas, estoy segura que además de amar a la bugui, la cuido y protejo pensando en que por siempre jamás siga llenando de color y luz el patio, rememorando cuando cada mañana me comentabas lo feliz que eras al despertar y verla o cuando mi papá, en las tardes de primavera verano, se acomodaba en el patio a contemplarla. Más que mal la adquirí para no permitir olvidar la que mi papá compró, plantó y cuidó en Guadalajara, la que se apoderó de la atención de embellecer la casa y hacernos sentir en un palacio de flores y colores. Es a través de ese borbotón de nostalgias memoriosas con las que voy intentando replicar en el hoy, la vida maravillosa que tuve contigo, la Manu, mi papá, cuando éramos los cuatro y con la Quetzi, los cinco.


Felicidades Blanquita linda, por siempre este 19/10 será tu día y lo seguiré trayendo hasta el presente, saludándote y atesorándolo en mi corazón, el que late todos los días, gracias a la vida que tu y mi paire me dieron!!!